Black Lips, la banda del garage más guarro y destartalado de los últimos tiempos, bandera de la escena lo-fi punkarra, killa y venenosa a nivel internacional, formación que lleva años metida en todos los saraos y movidas del underground indie, los que cantan desde el fondo de una cueva, el grupo que entre sus cuatro componentes suma una dentadura completa de oro de 18 kilates… En fin, Black Lips… ¿Quién no los conoce? El caso es que todas sus peculiaridades y extravagancias los hacen únicos y su música, pese a esa enorme capa de mierda que la cubre, siempre me ha parecido maravillosa para todo tipo de bodas, banquetes y comuniones.
El caso es que ahora vienen los Lips, que ya te los conoces, que te los ves venir de una hora de lejos, diciéndote que tires del dedo como si tú todavía no supieras que detrás viene el gran pedo… Y lo hacen poniéndose místicos, «Arabian Mountain» se llama su nuevo trabajo, como queriendo despistar, como si ahora de golpe fuesen hippies, y encima van y lo presentan avisando de que han estado trabajando con Mark Ronson como diciendo «Eh! cuidao que vamos en serio», como si el señor Ronson fuera a ponerlos sonando en radiofórmula… pero qué me estás contando man!!? -Que no nos engañen, que nos digan la verdad.- Si bien es cierto que han contado con la ayuda de Ronson y que muchos de sus nuevos temas suenan tremendamente más limpios y luminosos de lo habitual, detrás encontramos a la misma gentuza de siempre, aquellos que apenas hace dos meses actuando en Barcelona fueron capaces de de vomitar on stage y no dejar de tocar ni hacer coros… Con dos cojones, eso sí que es darlo todo. Y de hecho, eso es lo que al fin y al cabo le gusta a sus seguidores.
Precisamente lo que encontramos en este «Arabian Mountain«, 16 temas cortos (ninguno llega a los 3 minutos) en los que pese a dar un paso adelante en cuanto a sonido se refiere, siguen sin traicionar a sus principios ni decepcionar a sus seguidores. Una nueva dosis de Black Lips, algo más refinada, pero igual de sucia. Como una garrula vestida de Dior.
Justo después de pasar por el Primavera Sound 2011 y ver el directo que se gastan pensé va, que se pasen por EsaQueVesBailandoAhora, pero el tiempo y el trabajo aparcaron este post que ahora recupero para vuestro deleite de caderas y dolor de pies. Además estéticamente me vienen muy bien, nada como unos buenos bailarines tronados y elegantes para ilustrar estas lineas.
Cults son perfectos ahora que el sol está bien alto y contagia las ganas de salir a la calle, ver chicas, chicos, tomarse gintonics, pasearse cerca del mar, estar con los amigos y bailar. Bailar mucho y sonreir.
Después de un par de singles rompedores dando vueltas por el mundo y tras su paso por el South by SouthWest se han convertido en una de las bandas más prometedoras y buscadas de esta temporada, tanto física como virtualmente. Su música conjuga la dosis justa de pop de los sesenta, el soul blanquecino, el pop de azucarillo y las girl groups; distorsionando guitarras muy killamente a ratos y dándole al xilófono dulcemente después. Todo muy fino, recordando por momentos a unos Best Coast emocionados por vivir, o incluso a Summer Camp. Sus letras no son nada del otro mundo, contando desamores varios y abusos de sustancias ilegales, aunque sí efectivas. Quizá menos duras de cómo te las imaginas con ese nombre sectario que gastan y que les ha llevado incluso a samplear a Jim Jones (el de la masacre) en su tema “Go Outside”.
Un disco que arranca muy potente con “Abducted“, himno desde ya de la banda, limonada contra el calor, una cerveza fresca en medio del sol africano. Y cuidado que me lo hago venir bien para hablar de la producción. Porque aunque de entrada nunca lo dirías, este disco muestra una marcada influencia por el sonido africano, algo de lo que tiene mucho que ver Shane Stoneback, productor entre otros de Sleigh Bells o Vampire Weekend, con lo que te lo digo todo. El resto es una gran variedad de sonidos entre los que también destacan el doo-wop, el soul supremo o las baladas.
En resumen, estamos hablando de un disco muy fresco, facilón incluso, pero perfecto para estas fechas y muy apetecible, ideal para escuchar sin nada más que hacer, para estar tumbado en la arena, en la hierba o para bailar. Bailar mucho y sonreir.
En su momento “Hospice” me dejó el estómago cerrado durante una semana. Mi madre me decía “¿però què et passa? ¿que no menjes?” y yo que nada… Fue como consumir algo en mal estado, algo enfermo, algo que recorrió mis intestinos en busca de un lugar donde sentirse cómodo y agarrarse. Y allí lo tengo todavía, ya forma parte de mi, por mucho que quiera siempre va a estar ahí.
El principal motor de ese disco fue el profundo sentimiento del grupo hacia una amiga afectada por un cáncer, un descorazonador trasfondo que contagiaba cada minuto de ese álbum. Había algo dentro de esas letras, de ese disco, de ese sonido que hacía estremecer. Un trabajo insuperable, de difícil acceso, pero que caló muy hondo entre el público.
Con un trabajo de tal profundidad y éxito, la dificultad estaba en saber por dónde iría el siguiente. De hecho, había que escapar de él, buscar el antídoto, encontrar una nueva fórmula con la que seguir adelante. Así es “Bust Apart“, el tercer largo de The Antlers. Un disco donde la carga lírica sigue estando en primer plano, un trabajo conceptual que habla del amor en su vertiente más trágica, desoladora y frágil. No obstante, el resultado final no es tan desolador como su predecesor ya que hubiese sido imposible soportar otro disco tan asfixiante.
Aquí las guitarras dejan paso a los sonidos más púramente electrónicos, con una mayor densidad instrumental y con la incorporación de sintetizadores, aunque sin dejar de lado la delicada voz de Pete Silberman, siempre presente con sus coros, falsetes y solos intimísimos que arrojan su particulat dosis de oscuridad y opresión en cada pieza. De nuevo nos enfrentamos a un buen trabajo de una banda que parece no haber tocado techo y que pese empezar desde lo más difícil, siguen sin perder un ápice de originalidad y calidad.
Un trabajo así merece ser tratado como una sola pieza, de manera que no voy a destacar ningún tema en concreto en este texto. Simplemente os dejo con el primer corte del disco “I don’t want love“, a partir de ahí el resto es cosa vuestra.
“Lion’s Share“, así se llama la primera parada del nuevo disco de Wild Beasts, aquellos que hace un año nos tenían a más de uno a sus pies en el Primavera Sound, entregados y seducidos por aquel segundo largo “Two Dancers” tan fascinante, peligroso y adictivo que daba flojera… Como digo: “Lion’s Share“, primera parada de “Smother“, primer estímulo en la entrepierna, crónica de una eyaculación anunciada.
Desde este primer corte del álbum hasta la premonitoria “End come too Soon“, aquel polvo intenso y sudoroso que significó su predecesor se convierte ahora en un juego de amor silencioso, trabajado, oscuro, suave como plumas recorriéndote el pescuezo, quizá las mismas que ilustran la portada de este nuevo álbum. Para entendernos, hemos pasado de aquella chica que cumple como nadie tus fantasías sexuales a la fantasía más puramente dicha, del sexo salvaje al amor, de lo físico a lo mental, de los arañazos a las caricias, de Mila Cunis a Natalie Portman.
En este nuevo ejercicio sexual, los matices vocales de Hayden Thorpe y Tom Fleming recorren el disco con una delicadeza nueva en ellos, mostrando un registro totalmente acorde con la naturaleza de este “Smother“, más íntimo, más personal, más embrujado y ensoñador que ningún otro trabajo de la banda de Leeds hasta la fecha. Un trabajo que debe ser tratado y escuchado como tal, con la solemnidad y el encanto de un encuentro especial entre dos cuerpos. Bajos que penetran, sintes que susurran, voces que acarician y un sonido altamente impregnado de fluidos intersensoriales… En definitiva, que he hecho el amor con un LP.
Desde la acertadísima apertura que supone “Lion’s Share” a la delicadeza electrónica de “Bed of Nails“. De la primera inclusión vocal de Tom Fleming en “Deeper“, la exquisitez sonora de “Loop the Loop“, la calentura de “Plaything” o la ternura de “Invisible” al primer single del disco “Albatross“. De las guitarras, voces y melodías que tejen “Reach a bit further“, el toque oriental que aporta “Burning” o el clímax final de “End come too Soon” al cigarro que me fumo después, todas y cada una de sus canciones están hechas para el uso y disfrute exclusivo de cada uno, carnal y espiritualmente. Un trabajo sobresaliente, sin duda
Pese a que su nombre venga de una canción de Led Zeppelin, su relación con el rock duro acaba en el mismo momento de darle al play en cualquiera de sus temas. Hablamos de Those Dancing Days, el quinteto sueco de chicas que con su primer disco “In Our Space Hero Suits“, un EP y varios singles revolucionaron más de una casa a base de hormonas descontroladas, ganas de hacer bailar, rockanrol sesentero y twee-pop por la vena. Algo que les valió para que Stuart Murdoch (Belle & Sebastian) se fijase en ellas y las invitara para tocar en el ATP que organizaba además de usar la voz de su cantante en uno los temas de su proyecto paralelo God Help The Girl.
Con “Daydreams & Nightmares” llega el segundo asalto de las veinteañeras y todo lo hablado hasta ahora se diluye hacia una nueva forma de hacer las cosas. Si antes miraban hacia las girl groups y el rompimiento de caderas sesentero, para este nuevo trabajo han saltado un par de décadas, centrándose en el sonido 80′s y dejándose influenciar por bandas como The Cure (sólo hay que escuchar temas como “When we fade away“) o Blondie entre otras… Para ello han contado con Patrick Berger a la producción, conocido por su labor en las últimas entregas de Robyn y que ha dado cuerpo a unas canciones que siguen jugando con el rock y el synthpop. Destacan temas como la rabiosa post-punkera “Fuckarias“, “I know where you live pt.2“, el dueto con Orlando Weeks de Maccabees en “One Day Forever” y su primer single, “I’ll be yours”
Cat’s Eyes es uno de los proyectos musicales más interesantes de lo que va de año, y lo digo así, ya de entrada. En primer lugar porque se trata del nuevo proyecto de Faris Badwan (el lánguido cantante de The Horrors) junto a la soprano Rachel Zeffira. ¿Y qué hacen el líder de una banda de post-punk con una cantante clásica? Según ellos son algo así como “gothic 60s girl-group pop” y la verdad es que no van muy desencaminados. Uno aporta el misterio y la oscuridad y la otra la ternura y sensualidad. Algo que de entrada y hasta que no escuchas su primer disco “Cat’s Eyes” no llegas a comprender.
Se trata de un trabajo serio, nada de un pasatiempo mientras descansan de sus respectivas ocupaciones musicales. Fresco, por el sonido que aporta; Tétrico y luminoso a partes iguales; cinematográfico, por los guiños a ciertos géneros del celuloide, a veces serie B, a veces terror, a veces western, a veces drama… Sea como sea, un disco que aporta buenos momentos e ideas con las que debutar. Además, no se les ocurrió otra cosa que presentar el disco en sociedad en la Basílica de San Pedro en el Vaticano tocando el último corte del álbum “I knew it was over” de estrangis… Y es que a mi todo lo que sea poner nerviosa a la iglesia como que me excita…
Destacan temas como la delicada “The Best person I knew“, el sonido girl group de “Face in the Crowd” o “Over You”, la ya mencionada “I knew i was over” y la primer canción del disco “Cat’s eyes“, con sus aires garageros.
Lo que viene a continuación no es más que una alergia al polen. Una subida de temperatura. Un efecto secundario. Una fiebre en el labio. Un arañazo sin vacuna. Un cubata mal tirado una noche de casi primavera. Así es como da comienzo esta historia.
Las palabras que usted está a punto de leer y las consecuentes imágenes que se proyectarán en su cabeza pueden llegar a ser ofensivas, nocivas, indecentes, lascivas o, lo que es peor, agradables para algunas personas. En todo caso, perjudiciales para sus autores. Se recomienda discreción, compostura, seriedad por el amor de Dios!.
¿A quién no le gusta la primavera? A este par desafortunado de escritores tanto que le han dedicado unas lineas. Un soda. Mezclado, muy agitado.
Rogamos disculpen las molestias…
SE HA DESBOCAO LA PRIMAVERA
Por Iván J. Q. a.k.a. Pako
Calienta el sol. Pía el pajarillo. Nace la flor y la gota de sudor. Sube el termómetro. Se abre la ventanilla del coche. Estallan las alergias y los estornudos sin mocos. Televisan Ben-Hur. Desvirgas la playa sin bañador. Te sale un grano. Bebes más cañas. Sacas la tejana. Gente guay en la calle. Eres una cebolla. Se adelanta la hora. Tarda en atardecer. El cubata dura menos y el full está blando. Se anuncia el Corte Inglés. Te pruebas esos pantalones del año pasado. Huele distinto. Se estrenan las terrazas. Deseas gazpacho. Sientes de cerca el verano. Los pantis femeninos van al cajón para acompañar a las olvidadas y tan anheladas bonitas finas bragas blancas negras lisas o con dibujos decoradas con ribetes rosas o sin ellos de la marca Princesa Calzedonia mercata o de donde sea mientras aguarden y escondan un exquisito lindo apetecible majestuoso depilado o rasurado o triangulado o con bigote o barba -me es indiferente- pero sobre todo bien cuidado con su cremita o su aceitito Johnson’s Baby o Hacendado me la pela… Uff…Uff…Uff… Comienza la mierda. ¿La mierda? Sí, la mierda, mierda.
Te levantas de tu cama sin edredón, pisas la calle y ves una pierna, ves dos, cuatro…treinta. Mierda. Tu bilirrubina sube tan rápido como grande es el escote de la vecina, de esa madre, de esa hija, de esa garrula, de esa panadera, de esa niñata, de esa negra, de esa que cada día cruza por el mismo cebra a la misma hora. ¿Pero estas tenían esas tetas? Sí, ¿no las ves coño? Apartas la vista o lo intentas. Para no sulfurarte. Para no flagelarte. Para no cagarte en Dios y en su puta madre. Por respeto mutuo y propio. Porque eres legal y tienes principios. Porque eres un tipo muy educado como pocos. Porque has probado la droga con autocontrol. Pero nada más lejos de la realidad. Estás perdido, anonadado, loco, atrapado, cerdo y sin escapatoria. Mierda. Tu imaginario túnel no tiene salida, más que la que quieras imaginarte. Cada año lo mismo. Uno tras otro sigues siendo un jodido buitre. Sí. Suerte que siempre te quedan los amigos para contrastar, enaltecer, despotricar e insultar sin compasión con la camisa abierta y el pelo en pecho. Son tu Vicks Vaporub. Porque todos están como tú… Y entonces piensas: se ha desbocao la primavera.
En primavera, en mis primeros días de universidad, me entretenía mirando a las chicas que pasaban frente a mi. Chicas raras, sonrientes, frescas, desesperadas, locas… Chicas de ojos grandes que nunca iba a conocer, o sí.
Aquejado de hipotermia emocional, cosa de la edad, me enamoraba de todas, fueran como fueran. Todas eran fascinantes, a su manera. Todas tenían pájaros en la cabeza, y dedos ágiles, y piernas de tijera que pasaban ante mí cortando el espacio. Sentado allí, metido en la camiseta de una banda que ahora no escucharía, tejanos rotos y all stars, me enamoraba de todas.
Y entonces: Enfadada. Hambrienta. Fea. Pivón. Pija. Borde. Chivata. Brillante. Traidora. Estupenda. Creída. Engañada. Hippie… Las chicas seguían pasando con sus carpetas.
Todas con la cabeza alta y la espalda recta, rompiendo el suelo a cada paso, tan seguras de sí mismas e inalcanzables que empequeñecían a cualquiera, haciendo más grande la leyenda del que conseguía llegar bajo su falda. Una pasarela inacabable de chicas excitantemente desconocidas pasando frente a mi, allí sentado, con el humo del cigarro bailando entre mis dedos, haciéndose el interesante a mi costa. Allí: temperatura ambriente, gafas de sol protegiéndome la intención y Jim Morrisson gritando en mi cabeza el C’mon baby light my fire…
Ese salvajismo y desparpajo era su única vía de escape, la forma de esconder su verdadera identidad, esa que todos guardamos bajo la piel. Intimidad resguardada bajo una fachada felina, depredadora, incombustible, y que a todos nos fascinaba. Un crimen perfecto, un tacón afilado que en muchos casos estaba condenado a romperse. Un quién es quién a lo grande dónde sólo se salvaban las mejores y más auténticas piezas.
«Tarde o temprano me toparé con todas«, pensaba. One by one. Face to face. Y os desarmaré. Y vuestra pequeña insurrección quedará en nada. ¿Qué era sino una locura de juventud? Como estudiantes que sólo se emborrachan al terminar los exámenes, heavys a punto de cortarse el pelo y casarse con grandes gordas, rebeldes a media jornada, hippies de colonia de verano que cuando vuelven a casa se enfundan de nuevo el polo y el mocasín… Como un quehacer hasta que llega la hora de madurar, de volver a la normalidad…
Ese desmadre hormonal de temporada que tanto me había fascinado siempre, aquella mañana de primavera me parecía graciosa. Todas esas chicas extrañas y desconocidas y excitantes y rompibles, a punto de rendirse. Todas esas chicas de piel dura, mostrando sus encantos, escondiendo su identidad, ajenas o conscientes de nuestras miradas y de nosotros… Cerré los ojos un segundo y de pronto los abrí:
Han pasado los años, rozo los 30, y sigo esperando la primavera.
“Si Manel cantasen en inglés o en castellano quizá le llegaría a más gente“. Cuántas veces habré oído eso, de hecho, quizá lo puedo haber dicho yo mismo inconscientemente en algún momento. Pero pensémoslo un segundo:
Manel son Manel precisamente por cantar en su lenguaje materno, por contar historias paridas en tierras catalanas y por haberse convertido en la cabeza visible (musicalmente hablando) del costumbrismo y la tradición actual de este país llamado Catalunya. Lo demás no son más que prejuicios, y quién no lo vea es que quizá está ciego. No vale decir que no te gustan porque no los entiendes cuando eres fan absoluto de Sigur Ros o de cualquier banda inglesa de la que seguro no entiendes la mitad de las canciones o las cantas en “guachiney”. Distinto es decir que no te va ese rollo de música, ahí si que no hay discusión…
Un folk pop suave, cariñoso, amable, sin maldad, que canta y cuenta cuentos que tienen la facilidad de proyectarse en tu cabeza como quién ve una peli de esas que relatan historias que dan la sensación de haber vivido en muchos casos y, sobretodo, que huye de politicismos, aunque (a veces y por desgracia) la política les vaya detrás. Desde su debut con “Els millors professors Europeus“, Manel no han parado de crecer y pese a que muchos otros grupos hayan intentado seguir la fórmula, siguen ocupando su trono.
Más aún después de publicar este segundo trabajo “10 milles per veure una bona armadura“, (frase shakespearana extraída del film “Mucho ruido y pocas nueces”), disco autoproducido por la banda que se mantiene fiel a su esencia, con textos más que trabajados, optimistas, contagiables, acompañados de melodías pegadizas e incansables durante los 45 minutos que duran sus diez canciones. El primer disco cantado en catalán que llega a lo más alto de las listas de ventas en la semana de lanzamiento desde 1996, algo que hasta ese momento sólo habían conseguido cantautores de la talla de Joan Manuel Serrat o Lluís Llach. Lo que les convierte en el primer grupo de pop de la historia que se sitúa en el número 1 cantando en catalán… Destacan temas como su primer single “Aniversari” por su melodía, “Boomerang” por su frescura o “Benvolgut” que abre el disco, entre otros…
Cinco años esperando un nuevo disco de los Strokes, cinco. Incluso más. Un nuevo trabajo de la banda que los nostálgicos como yo en su momento considerábamos el Gran Jefe Indio, el grupo más inmediato que había parido el planeta en años…
Hace cosa de un mes ya hice un post con motivo de la publicación de “Under Cover of darkness“, single de adelanto con el que nos la colaron pero bien… Las voces auguraban un back to basics clarísimo de la banda de New York, un nuevo “Is this it“, o almenos un acercamiento, quizá por la fuerza que mostraba el tema, los guitarrazos y el desgarro certero, directo y bailable con el que se presentaban. Y nada más lejos de la realidad.
Días después apareció el videoclip del tema y allí ya empezaba a oler la cosa: la banda bien uniformada por un lado -aunque con un Albert Hammond Jr bastante perjudicado (dicen que ha tenido problemas con las drogas)- y Julian Casablancas en otra onda totalmente distinta, como una mezcla resacosa entre Madonna y Martirio. Una pieza que no encajaba en el puzzle, avisando de lo que estaba por venir…
El caso es que “Angles” da esa sensación, diez temas que encajan entre ellos como un tetris de piezas físicamente redondas, sin ángulos -nunca mejor dicho-. Diez cortes que por separado pueden llegar a funcionar bien, pero que en conjunto no siguen ninguna linea lógica. Una extraña mezcla entre su último trabajo “First Impresions on Earth” y el debut en solitario de Casablancas, o algo así… ¿Y como se puede explicar eso? Pues quizá por diversos contratiempos como el cambio de productor a última hora después de tener algunos temas grabados, o por los ya citados problemas con las drogas de Albert Hammond Jr, o porque tras haber probado cada uno de ellos el éxito en solitario han querido meter demasiada mano en el asunto, o porque los cortes vocales de Martirio fueron enviados por correo electrónico sin estar presente en el estudio, o porque directamente, y aunque me duela decirlo, ya no son los mismos de antes.
No obstante, no todo está perdido, esta gente es buena joder y el disco no es un ni mucho menos un desastre, no me malinterpretéis, simplemente no es lo que se esperaba de una banda que ha sido tan grande. Hay canciones dignas de mención además de “Under Cover of Darkness“, como la certera y muy en su linea “Taken for a fool“; el pseudo reggae que abre el disco “Machu Picchu“; los arreglos electrónicos de “Two Kinds of Happiness“, la agradable “Gratisfaction” -que respira a Queen por todos lados- y quizá, aunque no estoy muy seguro, la delicadeza de “Call me Back“. El resto es más bien flojo, por no decir chungo en algunos casos (no hay por donde pillar los dos últimos temas del disco) y deja mucho que desear. Y dirás: pues te han gustado unos cuantos temas. Sí, pero repito, son canciones que pueden funcionar bien por separado, porque lo que es el disco en conjunto, patina… Quizá esperábamos un “Is This It” y nos hemos quedado con un “What Is It“. Ilusos, inocentes, románticos…
El Columpio Asesino tocan desde el otro lado… Desde la oscuridad, la decadencia, la angustia y la violencia. Tóxicos, killos y venenosos, El Columpio Asesino forman parte del “Último reducto de autenticidad” como bien diría otra de las pocas bandas en este país que suenan únicas, auténticas y con un sonido y unos referentes propios al margen de tendencias, modas o momentos como Pony Bravo que, junto a otras bandas como Nudozurdo o Triángulo de Amor Bizrro, vienen a completar esa cuota de magnificencia dentro del rocanrol patrio.
“Diamantes“, cuarto trabajo de la banda navarra y primero con el sello Mushroom Pillow, confirma su buen estado de forma tras un buen disco como “La gallina” de 2009. Con una producción más limpia que ninguna pero con la misma agresividad y crudeza de siempre digna de animales de collar, El Columpio entrega uno de los mejores discos nacionales de lo que llevamos de año y reivindica el puesto de auténticos depredadores que merecen ocupar en la escala alimenticia musico-nacional.
Cuarenta minutos de disco que encierran nueve temas que respiran penas, vicio, corrupción, obsesiones, agresividad, premeditación, nocturnidad y alevosía por cada poro, aderezados por el kraut, los guitarrazos y el romanticismo habitual de la banda de los hermanos Arizaleta que, para este disco, han contado con una mayor presencia vocal en cuanto a Cristina Martínez se refiere, ya sea acompañando al batería y vocalista principal Albaro Arizaleta o despuntando en solitario.
Destacar destacan cada uno de sus temas, desde “Perlas” que abre el disco, la decadencia de “Toro“, su primer single; el subidón que aporta “Diamantes“; los coros, el bombo, la electricidad y la finura general de “Corazón anguloso“; la versión de “On the Floor” de We are Standard, la crudeza de “Dime que nunca lo has pensado“; la delicadeza de “MGMT” ; la versión en castellano del «The Endless Plain Of Fortune» de John Cale convertida en «Cisne De Cristal»; o el experimento electrónico final de “MDMA“.
No tiene ni 30 años y ya es conocido en todo el mundo por ser uno de los máximos exponentes del mash-up, o lo que es lo mismo, los discos de corta y pega. Más aún después del gran “Feed the Animals” que en 2008 se convirtió en una de las cimas del género tras otro buen disco como “Night Ripper“.
“All Day“, su quinto trabajo de estudio, es la incontestable reivindicación de Girl Talk como rey de los Mashups. Una canción de 71minutos hecha de 372 samples de temas de ayer y hoy; eso sí, sin prejuicios musicales, aquí no vale ser snob si quieres disfrutarlo. Entre el primer sample de “War Pigs” de Black Sabbath y el último del “Imagine” de Lennon se pasa por temas de artistas y bandas tan dispares como Depeche Mode, Ramones, Phoenix, Beyoncé, U2, New Order, The Doors, Pitbull, Iggy Pop, Beastie Boys, Nirvana, Lady Gaga, The Who, Outkast, Prince, Missy Elliot, Herbie Hancock, Bananarama, Talking Heads, MGMT, Beck, INXS, Cypress Hill, Big Boi, Pet Shop Boys, Rihanna, T.Rex, Arcade Fire, James Brown, Fugazi, Kid Cudi, 50 Cent, Miley Cyrus, Simon & Garfunkel, Mr. Oizo, Daft Punk, Jay-Z, Deftones, A-Ha, Britney Spears, Yeah Yeah Yeahs, Alanis Morrissette, Radiohead y una lista inacabable que abarca una media de 20 samples distintos por tema. Venga…
Una fórmula que Gregg Gillis lleva años perfeccionando y engrasando y que, para este nuevo trabajo, sigue funcionando a la perfección, manteniendo intacta su frescura y originalidad a través de grandes éxitos (algunos más y otros menos) que se van mezclando y disparando uno detrás del otro como una metralleta descontroladamente controlada y sin que ninguno dure más de treinta segundos (incluso alguno ni un segundo) en una sesión totalmente drogadicta.
Sería incomprensible que el rey del mash-up cobrara por su trabajo discográfico. Pero más allá de la polémica por los derechos de autor, Girl Talk entrega gratuitamente en su web un álbum impresionante que podría encender cualquier fiesta. Imagínate disfrutando en directo de temacos así en el Primavera Sound 2011… Segunda píldora
Como ya he dicho, este y sus demás discos son una larga canción más que una sucesión de ellas, así que se hace difícil escoger cortes. Lo mejor sería que te los bajases entero porque al fin y al cabo de eso se trata este blog: de tirar la piedra y esconder la mano. Y si te da duro en la cabeza buscar al agresor… No obstante aquí un muestreo.
GIRL TALK – This is the Remix [All Day, 2010]
GIRL TALK – Jump on Stage [All Day, 2010]
GIRL TALK – Get it Ge it [All Day, 2010]
GIRL TALK – Play Your Part [Feed the Animals, 2008]
GIRL TALK – Once Again [Night Ripper, 2006]
Imagino que te habrá gustado
Pues aprovechando que ya he presentado a Girl Talk, os invito a ver este documental en el que no sólo él es el protagonista, sino todos vosotros. Creo que es un buen momento para pararse a pensar un poco en cómo está el mundo últimamente y qué es lo que realmente podemos a hacer al respecto.
A veces creemos que las cosas son así porque siempre han sido así, pero creo que debemos preguntarnos el por qué de todo ello. Hablo de música, hablo de cultura, hablo de medicina, hablo de industria… Hablo de la propiedad intelectual. En esta vida nada está inventado y todos nos necesitamos los unos a los otros para seguir existiendo, inventando, progresando…
No trato de concienciar a nadie. Sólo pongo sobre la mesa un documento que creo todo el mundo debería ver como es «Rip – A Remix Manifesto» e igual después veis las cosas diferentes, quizá porque igual nunca os las habíais planteado de verdad. Y ya va siendo hora… Este film es acerca de una guerra contra las ideas donde el campo de batalla es Internet. Y, como su autor, debes tomártelo de formal personal. Porque naciste al mismo tiempo que Internet y ahora es algo que forma parte de ti como tus recuerdos, tus ideas, tus inquietudes, tus pasiones, tu forma de vestir o hasta la marca de cereales que desayunas. Algo que ya es parte de tu identidad. Si en 10 minutos no te has enganchado déjalo, no es para ti.
Estas son las 4 máximas del Manifesto:
1. La cultura se construye a partir del pasado
2. El pasado siempre intenta controlar el futuro
3. Nuestro futuro está perdiendo su libertad
4. Para construir sociedades libres, debemos limitar el control del pasado
Si tienes un momento, mírate este documental.
Te lo dejo aquí toda la vida, para cuando quieras.
Un día antes de lo que estaba previsto, la salida al mercado vía digital del nuevo álbum de Radiohead incendió Internet como todavía no se había visto en lo que llevamos de año. Normal si se trata de la considerada por muchos banda más GRANDE del planeta; y más normal aún cuando el disco se adelanta unas horas a la fecha señalada después de haber esperado durante cuatro años desde su último trabajo “In Rainbows” de 2007. En aquella ocasión Radiohead puso en descarga directa su trabajo a cambio de “la voluntad”, algo único e innovador en aquel momento y más viniendo de un grupo con tanto peso en el mercado internacional. No obstante, ya se sabe que últimamente cualquier cosa que esté por encima de los 0€ parece cara cuando existen otras “herramientas” para hacerse con ello. Así que para esta ocasión la banda de Thom Yorke ha pasado de experimentos y ha puesto precio a su cabeza: 7€ la versión en mp3 y 11€ en wav.
Ya se sabe que los discos de Radiohead nunca se han caracterizado por ser fáciles de escuchar de buenas a primeras por muy listo que seas y que necesitan de un tiempo de digestión para ser juzgados como se merecen. Y ya se que no descubro nada diciendo que es allí precisamente donde reside su grandeza. De hecho, a mi me ha costado años sumergirme en ese océano, pero una vez dentro la apnea se ha apoderado de mis pulmones antinaturalmente. Así que ahora, convertido pez, y tras haberlo buceado unas cuantas veces en las últimas horas creo que algo he sacado en claro: esta gente es buena joder, pasan los años, los discos y las escuchas y no dejan de serlo.
Puede que algunos piensen que hay falta de creatividad o incluso que no se han roto mucho el coco con este nuevo trabajo pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de una banda que lleva 20 años de evolución, reinventándose una y otra vez con un gusto y unas formas de hacer exquisitas y, sobretodo, sin dejar de sorprender. Así que no creo que haya que alarmarse porque no hayan lanzado un trabajo revolucionario. Más aún cuando la fórmula funciona. Así que lo mejor es que uno se siente a disfrutar de la música mientras existan hombres así que la hagan.
Lo primero que llama la atención de “The king of Limbs” es que, en contraste con su larga discografía, este es el primer largo de la banda que está por debajo de los 40 minutos de duración. Algo insólito en ellos, más teniendo en cuenta que sólo contiene ocho canciones. Si bien es cierto que este nuevo trabajo coge el relevo de “In Rainbows“, álbum que supuso un punto de inflexión en su carrera hacia un sonido más orgánico y electrónico, tras varias escuchas queda patente que según va progresando el disco varía hacia otros senderos, aunque sin distar mucho de su predecesor.
“Bloom” abre el álbum de la mano de “In Rainbows“. Oscuridad sintetizada, cuerdas, batería, metales y ecos que la convierten en un inicio oscuro y ensoñador que deriva hacia “Morning Mr Magpie“, segundo corte que da comienzo allí donde la batería se quedó para incorporar un punteo narrativo que aporta luz y resta oscuridad a una letra misteriosa “Tienes mucho morro viniendo por aquí” para acabar aspirándose a sí misma.
“Little by little” es el primer caramelo del disco, el punto donde empieza la lírica a tomar cuerpo y la melodía se hace reconocible (Quizá tu preferida al escucharlo por primera vez). Con “Feral” el álbum se parte en dos. Es como el parón experimental para coger aire y soltarse las manos. De entrada, el corte más difícil del álbum y más influenciado por “The Eraser“ (Disco en solitario de Thom Yorke).
Todo seguido, “Lotus Flower“, que tema… Como más lo escucho más grande se hace -y que digan lo que quieran del bailecito manicómico de Thom Yorke en el video porque a mi me parece flipante-. Partiendo de una base arcoírica, el tema coge fuerza dramática gracias a un Yorke en estado de gracia en el que quizá sea el mejor estribillo del disco (mención a parte merece el sutil palmeo que la decora…).
En “Codex” ya entramos en la parte más puramente emocional del álbum. Con el teclado en primer plano, y unos arreglos de lo más sutiles, el líder de Radiohead se entrega intensamente a cada frase convirtiéndola en uno de los momentos más bellos del disco y que conectan perfectamente con “Give up the Ghost“, penúltimo tema, una buena continuación del sentimiento vocal de Yorke y un gran final si no fuese por “Separator“, que cierra el álbum con un dulce sabor de boca, donde vuelven las bases, la electrónica y una guitarra entrando a partir de media canción que te deja con ganas de más justo en el momento en que todo se empieza a diluir… Quién sabe si con ese “if you think this is over then you’re wrong” todavía nos quieran decir algo más…
Sea como sea, este “The king of Limbs” sin demasiada novedad, sin demasiados temas llamados a convertirse en clásicos y sin demasiada presencia narrativa, me parece un discazo.
Radiohead una vez más en los últimos tiempos me ha vuelto a enganchar. Algo que los que me conocen no conocen, pero que desde aquí pienso reivindicar todas las veces que haga falta. El día en que por fin entres en su universo-espacio-tiempo, si no lo has hecho ya, me entenderás. Esta, podríamos decir, es una de las bandas que marcan gran parte de mi madurez física, intelectual y musical.
Casi seis años después de su último trabajo y tras muchas especulaciones respecto a su continuación como banda a causa de los viajes en solitario de cada uno de sus integrantes, The Strokes, una de las bandas referencia de los últimos años -y de este patio en particular- vuelven al ruido.
Ya hace meses que sabíamos que “Angles“, su cuarto disco de estudio tras “Is this it” (2001), ‘Room on fire’ (2003) y ‘First Impressions of Earth’ (2006) salía a la venta el próximo 21 de marzo pero todavía no se conocía nada acerca su contenido. Pues por fín ha llegado la hora: “Under Cover of Darkness“, su single de adelanto, ya corre como la pólvora por Internet.
Puro sonido Stroke, estribillo poderoso y la misma actitud de siempre. Según dicen, han vuelto a su sonido más primario, aquel que les encumbró con su primer disco: talones golpeando el suelo, guiños oculares al personal femenino, guitarrazos, desgarro vocal, desgana general, pelo sucio y pantalones ajustados. Tras escucharlo tiene toda la pinta, aunque habrá que esperar el disco al completo.Ya lo decía tu madre: si una cosa va bien para qué cambiarla.
Hacía tiempo que no sabíamos nada de PJ Harvey, musa del rock británico, eterna candidata a tomar el relevo de Patti Smith y figura fundamental del rock de los últimos 20 años. Mujer que ha sabido reinventarse una y otra vez como nadie, resignándose a vivir de grandes discos pasados como “Dry”, “Rid of me“ o “To Bring You Me Love”.
Si algo no se le puede reprochar a Polly Jean es el nivel de su producción discográfica a través de los años y que ahora, con este “Let England Shake” vuelve a demostrar -es lo malo de ser bueno, que siempre tienes que seguir siéndolo-. Grabado en una iglesia del siglo XIX en Dorset, en un acantilado sobre el mar, este octavo disco en su carrera vuelve a contar con la colaboración de sus habituales John Parish y Mick Harvey, lo cual es siempre buena noticia.
Con el puño en alto y con ganas de sacudir Inglaterra y el mundo entero, el disco esconde letras que regresan una y otra vez al eterno problema de este mundo: la guerra y los que han luchado, luchan y lucharán en ellas. De producción desnuda y desaliñada, el álbum suena directo y contundente, como un toque de atención. Su voz suena urgente y sincera, agresiva y reivindicativa, oscura y poderosa. La tensión palpándose…
Fea-guapa donde las haya, PJ Harvey vuelve dando guerra, descarada como siempre, con su flema inglesa, actitud y sacudiendo a los hijos de la Gran Bretaña. De lo mejor que llevamos de año. PJ Harvey en puro estado de gracia. Primer adelanto de lo que está por venir en el Primavera Sound 2011.
Anoche volví a soñar contigo. Conmigo. En lo nuestro… Y he vuelto a despertarme arañado.
Tú de negro. Elegante. Con tus zapatos de goma. Con la espalda desnuda. Como siempre.
Yo bien peinado. Bien conjuntado. Bien calzado. Bien parido. Como siempre.
Anoche volví a soñar contigo, después de tanto. Y he vuelto a despertarme arañado.
Maldita piel de lija. Maldita indomable.
¿Recuerdas la última vez? Fuera del coche, en aquella cima. Tú te pusiste difícil. Yo venga a insistir. Hasta que me llevé la hostia…
A veces puedo llegar a ser muy pesado. Pero esta noche ha sido distinto. Por las noches siempre es distinto.
Te dejas domar, te dejas montar. Te dejas hacer todo lo que me da la gana…
2010. Dos-mil-diez. No sabes la manía que le he pillado a ese 10. De hecho, lo único que tiene de 10 para mi es el cero que custodia al solitario número uno. Aunque quizá no sea para tanto… No debo quejarme. Ha sido un año completito… He aprendido muchas cosas a nivel profesional y he conocido a gente que hubiese pagado sólo por tocar. He visto en directo a las mejores bandas que conozco tocando las canciones que gasto como carburante a diario, y he sonreído, feliz, olvidándome de todo lo malo y corriéndome de gusto. He llorado de risa, de pena y de ambos he aprendido. Me he vuelto a dar cuenta de que tengo unos amigos que bien valen un Imperio y una familia de la que no podría prescindir. Me he enamorado de la mujer de mi vida, otra vez, como cada día, desde hace mil, como si eso fuese tan fácil. Me he dado cuenta de que la vida va en serio, de cuáles son las cosas que me importan, y por las que debo continuar adelante. He leído por un tubo. He vuelto a soñar por las noches. Me he comprado un monopatín y desde entonces no he vuelto a soñar que voy en monopatín (Si sueño contigo te compraré a ti también). He salido a la calle a correr. Me he escapado de los malos. Me he afeitado once veces en doce meses. No me he cortado el pelo. Me he reencontrado con un antiguo amigo. He visto mil películas que me han salvado la vida en más de un día insoportable. Me he acordado de lo mucho que me gusta el cine. Mi ojo izquierdo sigue siendo el que menos ve de la pareja y mi pie derecho el más pequeño de los dos. He visto casarse a un gran amigo y me he sentido importante con una flor en el pecho. He vuelto a sumergirme en la isla donde la luna está más baja y he vuelto a ser el pez que me más me gusta. También me he prostituido por dinero. He pasado el mono. He visto marcharse a compañeros, amigos e ilusiones. Y, sobretodo, he aprendido a escribir cosas como estas sin sentirme avergonzado.
Y pese a todo esto, sigo en algunos de mis trece. O quizá manías. Cosas que no quiero cambiar. No me gusta pedir permiso, nome gusta ir detrás de nadie, ni lamer culos, ni dar pena. No puedo con la mala educación, con los que no te reciben con una sonrisa en la boca, con el facebook y con todos los que se venden, trafican y viven de su vida en lugar de vivirla. Odio pasearme por librerías, tiendas de discos, mediamarkets y otros establecimientos con las manos atrás para que no me acusen de ladrón. Me gustan las personas que hablan solas por la calle, los músicos que tocan la pandereta amaneradamente y las mujeres con plumas. Odio a los que se esperan a que el semáforo de peatones esté en verde para cruzar cuando no hay ni-un-puto-coche en la carretera. Maldigo a todos los Sheriffs de bar, de tren y de discoteca. Me cago en el daño que hace diariamente los 40 principales, en tu jefe, en los mileuristas, en la Levi’s Strauss & Company y en el Nuevo y el Viejo Testamento. Me hierbe la sangre no poderte contestar cuando tú sí que puedes decirme «estas delgado» o… «¿ya comes?«. ¿Y tú? Tú si que comes verdad puto gordo?. Odio a la mala policía, a los que no tienen problemas en la vida y te odio a ti, que miras hacia otro lado cuando te estoy hablando, que haces ver, que te ríes sin ganas.. Y me odio a mi por no decírtelo nunca.
Con esto ya puedes hacerte una vaga idea de mi serio problema mental. Así que después de toda esta ristra de lindezas sólo puedo decir una cosa: Gracias por aguantarme. Algunos más que otros. Y sobretodo gracias por seguir leyendo este humilde blog que el próximo 13 de enero sopla una vela, aunque lleve más de dos años de gestación. Todavía gatea, pero en todo este tiempo se han escrito más de cuarenta posts y se han escuchado cientos de canciones que espero hayan puesto banda sonora a algún momento de vuestra vida. Esto es sólo el principio. EsaQueVes sigue BailandoAhora y espero que lo haga muchos años más. Imagínate el mareo…
Y ahora, con todos vosotros, Lo mejor del año. Discos, canciones, conciertos, videoclips y demás categorías. Una selección de lo bueno y mejor que ha pasado por mis oídos en este 2010 que se apaga, siempre sujeto al orden y la opinión de esta santa casa. Creo que no me dejo nada. Si no te gusta o no estás de acuerdo hazlo tú. Este es mi regalo. Un buen disco, coño. Feliz 11
Disco Internacional
Deerhunter – Halcyon Digest
Caribou – Odessa
Tame Impala – Innerspeaker
Foals – Total Life Forever
Gold Panda – Lucky Shiner
Kanye West – My beautiful dark Twisted Fantasy
Arcade Fire – The suburbs
Janelle Monae – The Archandroid
Sufjan Stevens – Age of Adz
Vampire Weekend – Contra
Crystal Fighters – Star of Love
White Denim – Last Day of Summer
Yeasayer – Odd blood
Efterklang – Magic Chairs
Broken Bells – Broken Bells
Best Coast – Crazy for you
Spoon – Transference
MGMT – Congratulations
The Walkmen – Lisbon
These New Puritans – Hidden
Daft Punk – Tron Legacy
Summer Camp – Young EP
Wild Nothing – Gemini
Beach House – Teen Dream
Chemical Brothers – Further
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Canción Internacional
Foals – Spanish Sahara
Caribou – Odessa / Sun
Arcade Fire – Ready to start
Deerhunter – Fountain Stairs / Coronado
Gold Panda – Snow & Taxis / You
Tame Impala – Lucidity (Pilooski Remix)
Kanye West – Lost in the World / Runaway
Broken Bells – The Mall & Misery
Efterklang– Modern Drift
These New Puritans – Hologram
Janelle Monae – Tightrope
Karen Elson – The Ghost who Walks
Edwyn Collins – In your Eyes
Vampire Weekend – Cousins
Yeasayer – ONE / Madder Red
Sufjan Stevens – Two Much
Crystal Fighters – Champion Sound
MGMT – Flash Delirium
Tamaryn – Love Fade
The Morning Benders – Promises
Cee Lo Green – F**k You
White Denim – New Coat
Summer Camp – Ghost Train
The Walkmen – Juveniles
Dum Dum Girls – Jail La La
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Disco Nacional
Pony Bravo – Un Gramo de fe
Charades – Revolución solar
El Guincho – Pop Negro
Nacho Umbert & La Compañía – Ay
Mishima – Ordre i Aventura
Me and the Bees – Fuerza Bien
Standstill – Adelante Bonaparte
Astrud & Col·lectiu Brossa – Lo nuevo
Triángulo de amor Bizarro – Año Santo
Delorean – Subiza
Los Massieras – Better than Italians EP
Thelemáticos – Thelemáticos
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Canción nacional
Pony Bravo – Noche de setas
Charades (foto) – En las batallas
El Guincho – Bombay
Standstill – Adelante, Bonaparte (II)
Nacho Umbert – Colorete y Quitasueño
Triángulo de amor bizarro – De la monarquía a la Criptocracia
Astrud & Col·lectiu Brossa – El vertedero de Sao Paulo
Mishima – Tot Torna a Començar
Los Massieras – Rumores
Me & The Bees – Patente
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Concierto
INTERNACIONAL
Caribou @ Razz 2
The Antlers @ Primavera Sound
Wild Beasts @ Primavera Sound
The Chemical Brothers @ Sonar
NACIONAL
Pony Bravo @ La 2 de Apolo
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Videoclip
1. Kanye West – Runaway
2. El Guincho – Bombay
3. Röyksopp – The Drug
4. M.I.A. – Born Free
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Maxi / EP del año
Mayer Hawthorne – Green Eyed Love (Classixx Remix)
Los Massieras – Allrighty (Better than Italians EP)
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Otras Categorías
Sello internacional: 4AD, Ghostly International, Secretly Canadian, Ed Banger
Sello nacional: El Rancho, La Castanya, Sones, Mushroom Pillow
Artista del año: Lady Gaga
Looser del año: Angeles González-Sinde
Heroe del año: Jorge D’Alessandro
Película del año: Origen / La red Social / Gainsbourg
Sólo hay un Ave Fénix. Gentil, bella, inocente… Todas las aves la adoran.
Son tantas las aves en el mundo, que si levantaran el vuelo al mismo tiempo, el cielo se oscurecería. Pero existe solamente un ave Fénix. De ella se afirma que es como el Sol por vivir en el cielo llena de esplendor. También se dice que nace del fuego y muere en el fuego, como el sol, que aparece con el brillo dorado de la aurora y muere en el horno rojo atardecer.
Se cree que el ave Fénix vive mil años, que renace cuando muere y que su juventud es perenne. Con su plumaje de púrpura y oro, de rojo y naranja, de verde, escarlata y rosa, más brillante que el Arcoiris, las demás aves, sus congéneres, la llaman «El dador de vida».
Cuando al ave Fénix le llega la hora de su fin, construye un nido de sándalo y otras maderas y hierbas resinosas en lo alto de una montaña donde vive. Echado sobre él, abriendo las esplendorosas alas, la luz del sol consume ave y nido, mientras el Fénix canta su mas bella canción y todo queda convertido en perfumadas cenizas de las que posteriormente renacerá…
Os presento el mejor video del año. 35min de éxtasis visual y sonoro. Pido ese tiempo de concentración para el que lo desee, para el que no se quiera arrepentir.
Pantalla completa y sentidos alerta. Primero el video, del tirón, después la B.S.O. para el que guste. (El play te redirecciona al Youtube…) Esta página sigue siendo pobre en plata pero rica en sonido. Maldito sonido.
No habían ni sacado su primer EP “Antares Mira Sun” que en esta casa ya sonaban Tame Impala con un temazo de esos que hacen mella como aquel “Desire Be Desire Go“ -o la enormísima versión fusilada una y otra vez por los Mangante en sus sesiones del “Remember me” de Blueboy-. Desde entonces el trío australiano de garaje neo-psicodélico se ha ido haciendo grande (en pequeña escala), y no ha sido hasta dos años después de su aparición en nuestras vidas que hemos empezado a escuchar algo de ellos fuera de estas cuatro paredes desde las que escribo.
Kevin Parker, Dom Simper y Watson Jay se tomaron su tiempo, sin presiones, a su ritmo, disfrutando de los grandes cielos australes para pulir un primer disco publicado antes del verano que abandonaba en muchos momentos el lado más crudo que conocíamos para centrarse en paisajes más ensoñadores y atmosféricos en su debut “Innerspeaker“. Aún así seguía habiendo espacio para armonías densas y cargadas de distorsión en cortes como “Lucidity“, tema que nos ocupa ahora por el maravilloso remix que ha hecho el gabacho Piloosky hace tan sólo unos días (hombre que escoge muy bien a los artistas que remixa o reedita y que suele convertir en oro lo que toca).
Habrá que estar atentos porque por mucho que lo pida desde aquí esta banda todavía no ha tocado nunca en nuestro país y algo me huele a que podría ser uno de los elegidos en el próximo Primavera Sound precisamente porque el lugar donde los he escuchado a todo trapo estos días ha sido en su hermano pequeño PC’10. Al tanto con el hit!
“Un gramo de fe“. Que mejor título para el segundo álbum de Pony Bravo, una de las bandas más talentosas, llamativas, y contundentes que ha parido la escena nacional en los últimos años. Título extraído de una de las grandes frases que puedes encontrar en este nuevo trabajo de la banda formada por Dani, Pablo, Javi y Darío, los cuatro jinetes de la estepa andaluza. Con la premisa de que “las fórmulas son una mierda”, su álbum de debut “Si bajo de espaldas no me da miedo (y otras historias)” causó un gran revuelo en el mundillo indie a base de percusiones africanizadas, bajos gordos, poso postpunk, letras potentes en la mejor tradición coplera, guitarras bluesies, reggae, una puesta en escena entre crooneresca y macarra y un universo visual apabullante a la par que muy cachondo gracias al apoyo estético que Daniel brinda con su trabajo. Algo totalmente distinto a lo escuchado hasta el momento, salvaje y por perfeccionar, pero que a muchos les supuso un aire de renovación dentro del actual universo independiente tan difícil de sorprender. De allí surgieron ya clásicos como “El pony Bravo”, “El guarda forestal”, “Piloto automático”, “La trinchera del amor” o “El rayo“.
PONY BRAVO – Hipnosis Groove
En este segundo trabajo continúan buscando la variedad en sus canciones, cargándose las estructuras clásicas del pop pero sin dejar de trabajar sobre la música popular, incluyendo el elemento humorístico dentro de la experimentación y revisitando temáticas como las drogas para darle una vuelta un poco más natural. Un álbum en el que profundizan en la música psicodélica y progresiva, añadiendo una mayor vocación rítmica, uso de nuevos timbres (vientos, bases programadas), una más acusada desnudez sonora, y un gusto renovado por la narración de historias con una clara necesidad de meter caña, con un espíritu crítico y a veces político.
PONY BRAVO – Noche de setas
PONY BRAVO – Niña de Fuego
Un disco grabado en directo, que afronta la siempre dificil papeleta de la segunda entrega con la inspiración intacta y con más tablas que las de la ley. Para ello han contado con la colaboración de Fran Torres y de el dúo dinámico Za!. Esta metamorfosis queda reflejada en 13 canciones, algunas ya conocidas por los asiduos a sus conciertos como la maravillosa versión de Manolo Caracol de “La Niña de Fuego”, la contundente “La voz del hacha“, la oda a la tierra que supone “El Campo fui yo” o la grandiosa “La Rave de Dios”, con desparrame techno made in Detroit incluido. A estos temas se unen otros como “Super-broker“, crítica al actual caos económico, “Fullero” instrumental al más puro estilo Fiera, la verdad verdadera que cuenta “China da miedo“, la genial “Lo más difícil del mundo“, los sonidos afro-cubanos de “La Mangosta“, la ensoñadora “Hipnosis Groove“, el delirio de una “Noche de setas” o el reggae-dub al más puro estilo Dr Alimantado que se marcan en la fantástica “Pumare-ho!“.
PONY BRAVO – La rave de Dios
PONY BRAVO – Mangosta
Tal y como ya hicieron con su primer disco “Si bajo de espaldas no me da miedo” y con el debut de Fiera (su proyecto paralelo), los Ponys siguen poniendo su arte al alcance de todos mediante descarga gratuita a través de su página web www.enelrancho.com, y en breve se prevé una versión en vinilo y otra en CD del álbum. Algo que créeme no debes perderte. ”Un gramo de fe” no hace más que confirmar lo que ya sabíamos, que estamos frente a una de las mejores bandas del panorama patrio de los últimos tiempos y que desde ya! se convierte en firme candidato para ocupar los puestos más altos en las listas de este año a nivel nacional. Algo que muy pocos pueden decir. Desde EsaQueVesBailandoAhora les saludamos, les abrazamos y les damos nuestra más sincera bendición. Y ahora: consuman… Consuman gramos y gramos de fe.
No te equivoques porque esto no es un disco reggae. De hecho se trata de todo lo contrario aunque el nombre de la banda y el título de su primer álbum “No problem” sea el leitmotiv eterno de la isla rastarfi. Jamaica es la propuesta que nos presentan dos jóvenes parisinos: Antoine Hilaire y Flo Lyonnet, una de las nuevas perlas del sello Ed Banger que llevan cosa de un mes revolucionando el panorama blogero internacional. Juran no ser un hype aunque apesten a hype. El disco ha sido producido por Xavier de Rosnay de Justice y Peter Franco -ingeniero de sonido de Daft Punk– y la verdad es que de primeras suena rematadamente potente. Jamaica se llaman Jamaica por querer hacer un homenaje a todas esas bandas que tenían nombres de lugares, como Boston, America, Chicago, Japan y demás.
Su sonido mezcla synth-pop/rock eufórico y guitarras afiladas por partes iguales, con melodías pegadizas y clara tendencia hacia la pista de baile que recuerdan por momentos a unos Phoenix puestos hasta el culo de valium. Con un cúmulo de efectos y loops, un bajo bien al frente, guitarras eléctricas retocadas y una voz que te dice explícitamente al oído que bailes, Jamaica entrega un debut entretenido, aunque puede acabar haciéndose algo repetitivo por la similitud de sus canciones. Sea como sea, a su favor está que a esta pareja les sobra actitud y ganas de meter un hit detrás del otro. Temas como “Cross the fader“, “Short and entertaining“, ”I think i like U2” o “When do you Wanna Stop Working” dan buena muestra de ello. Por todo esto, y pese a que tiene números de convertirse en la nueva banda hipster del momento, puedo catalogar este “No problem” de buen debut, aunque tampoco vayan a pasar a la historia por ello.
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